El cambio de nombre de la avenida Fraga Iribarne que estudia la alcaldesa a iniciativa del Bloque costará a cada empresa ubicada en ella unos 500 euros
- El PP se opuso ya que cree que los residentes tienen problemas más urgentes pendientes de solucionar el ayuntamiento
- Los residentes también tendrán que sustituir la dirección en infinidad entidades públicas y privadas con el consiguiente gasto de tiempo y dinero
El Grupo Municipal del Partido Popular de Betanzos votó en contra de moción presentada por la única concejala del Bloque Nacionalista Galego en la corporación, en la que solicitaba la retirada del nombre de la Avenida Fraga Iribarne, del que fuera presidente de la Xunta de Galicia durante desde 1989 al 2005. La concejala nacionalista fundamenta su exigencia en la supuesta aplicación de la conocida como Ley de la Memoria Democrática aprobada por el bipartito encabezado por Pedro Sánchez. La moción fue sometida a debate en el pleno de este martes.
La portavoz y candidata a la alcaldía por el Partido Popular, argumentó que más allá de que Manuel Fraga fue Presidente de la Xunta en cuatro ocasiones con el respaldo mayoritario del pueblo gallego, es además uno de los Padres de la Constitución Española y una figura clave en la Transición a la Democracia. Además de ser Ministro durante la dictadura de Franco, como destacó la representante nacionalista.
Pero Cecilia Vázquez, más que entrar en un debate emocional e ideológico, preguntó a la concejala proponente de la retirada del honor al ex presidente de la Xunta, si se había parado a calcular el costo económico que supondría para los residentes y las empresas radicadas en esta extensa avenida el cambio de denominación. Así, la portavoz popular indicó que las empresas tendrían que cambiar el nombre de la calle en su domicilio social. Este trámite tiene un coste para cada empresa de unos 500 euros. Para poder llevarlo a cabo es necesario acudir a un notario y realizar trámites ante Hacienda sujetos a tasas.
Además del coste medio de 500 euros y el tiempo empleado en realizarlo, las empresas tendrían que cambiar su dirección en su documentación, vehículos, etiquetas, facturas y un sinfín de gastos en dinero y tiempo. Algo similar le ocurriría a cada uno de los residentes en la avenida Fraga Iribarne. Estos tendrían que comunicar el cambio de dirección de su domicilio a las distintas administraciones públicas, bancos, suministradores de electricidad, de teléfono de Internet y de una infinidad de entidades, los obligarían a perder mucho tiempo y también dinero.
En este sentido, Cecilia Vázquez indicó que le parece que los vecinos y vecinas de Betanzos tienen necesidades más apremiantes que la del cambio del nombre de una avenida. En todo caso, indicó la portavoz del Partido Popular, la alcaldesa y el grupo socialista tienen la mayoría suficiente para retirar dentro de la legalidad el nombre de Manuel Fraga a esta avenida, no necesitando el voto del Bloque.